No hace mucho tiempo, en el curso de nuestra rutina normal, el trabajo a distancia solía ser la siguiente gran idea en la movilidad empresarial. Algo así como el siguiente capítulo o algunos pueden decir, una idea utópica.

Incluso antes de que se produjera la pandemia, el nuevo modelo de trabajo iba camino de convertirse en una versión híbrida. Sin embargo, la COVID-19 ha interrumpido y acelerado esta transición.

Los informes muestran que las organizaciones seguirán adoptando el cambio y que el futuro del trabajo es híbrido. Los dos últimos años han demostrado que trabajar desde casa es posible y productivo. El exitoso modelo híbrido ofrece lo mejor de ambos mundos y puede aportar ventajas como el aumento de la productividad y la reducción de costes.

Teniendo en cuenta la necesidad de adaptarse a estas nuevas circunstancias, las organizaciones y los empleados han tenido que encontrar nuevas herramientas para asegurar la eficiencia y la productividad mientras se trabaja desde casa.

En consecuencia, hay algunas cosas que quizá quiera tener en cuenta a la hora de asegurarte de que tu nuevo espacio de trabajo tiene la conectividad y la velocidad de Internet necesaria para trabajar con eficacia. ¿Está preparado para iniciar una transición sin problemas de una experiencia personal tradicional (redes sociales, página web, streaming multimedia…) a una oficina en casa?

¿Cómo de rápido es mi Internet?:

La pandemia de coronavirus ha convertido las videoconferencias en una herramienta vital para mantener el funcionamiento de las organizaciones. Sin embargo, innumerables empleados de todo el mundo se enfrentan a desafíos técnicos y se dan cuenta de que las videollamadas pueden ser frustrantes y difíciles. Y entendemos que una comunicación infructuosa puede disminuir la productividad de eventuales reuniones.

Realiza una sencilla prueba de velocidad en Internet en tu dispositivo con Google Speed Test. Normalmente, para un solo dispositivo que utiliza Wi-fi, las velocidades de descarga de 10 Mbps suelen considerarse buenas. Sin embargo, depende en gran medida de su rendimiento en línea y de cuántos dispositivos estén conectados.

Una sólida conexión a Internet es un requisito para trabajar a distancia de forma efectiva y hay varias características técnicas a tener en cuenta en una videollamada:

– Velocidad de descarga: refleja la rapidez con la que tu conexión recibe el vídeo de otros contactos en la llamada. Las velocidades de descarga más rápidas cargarán el contenido más rápidamente;

– Velocidad de subida: influye en la rapidez con la que puedes enviar tu flujo de vídeo a otras personas. La velocidad de subida es la responsable de mantener tu increíble cara claramente visible durante la llamada;

– Latencia: es la capacidad de respuesta a una acción y tiene un impacto directo en la sincronización de la conexión. Una latencia baja garantiza una comunicación nítida. Por ejemplo, Zoom sugiere una latencia de 150 ms.

Cómo conseguir un Internet más rápido:

El éxito del trabajo a distancia comienza con la calidad de la conexión Wi-Fi. Los usuarios sienten curiosidad por la conexión Wi-Fi de 5 GHz debido a su velocidad. Sin embargo, sabemos que la de 5 GHz tiene menor alcance y le cuesta atravesar las paredes. En cambio, la de 2,4 GHz puede ser más lenta, pero es más segura: tiene mayor alcance y es superior a la hora de traspasar las paredes. Elige la conexión que mejor se adapte a tu experiencia de trabajo.

Si tu conexión a Internet parece lenta, tenemos seis consejos que te ayudarán a optimizarla para el trabajo a distancia:

– Reinicia tus dispositivos con frecuencia y el router/gateway de vez en cuando. A veces funciona como magia;

– Mantén tu puerta de enlace y tus aparatos lejos de las barreras;

– Configura el router de forma centralizada

– Si es necesario, añade un extensor Wi-Fi para mejorar la cobertura y la intensidad de la señal;

– Borra la caché y las cookies de tu navegador;

– Salir de las aplicaciones de streaming y multimedia después de cada uso.

El trabajo a distancia es ahora más común que nunca. Algunos profesionales se enfrentan a los retos técnicos de un ecosistema de trabajo híbrido, pero hay algunas cosas que puedes hacer para mejorar tu experiencia y aumentar tu productividad.