El futuro de IT en España se presenta prometedor y con más fuerza que nunca desde la pandemia. Las próximas normativas e inversiones permitirán impulsar las nuevas tecnologías.

Invertir en innovación

2021 fue el año que permitió este gran crecimiento. En el primer semestre de este año, las start-ups españolas acapararon 1.900 millones de euros en inversión de capital riesgo. Esto supone un aumento de 3,8 veces desde 2020. A finales de este año, los sectores que más financiación recibieron fueron Proptech, logística/entrega y fintech.

Un paso en la dirección correcta es la llamada Ley de Start-ups, que estará lista en 2022. Los objetivos de la ley son aumentar el crecimiento de las inversiones en startups, atraer y retener el talento, promover la escalabilidad e inyectar la innovación en el sector público, logrando por fin un avance. Algunas de las novedades son la reforma de la opción de compra de acciones, el aumento de la exención fiscal de los ingresos de 12.500 a 50.000 euros al año y la reducción del impuesto de sociedades en los primeros cuatro años de una empresa. Estas medidas están pensadas para ayudar a atraer talento al país.

Según las grandes empresas informáticas, las próximas inversiones permitirán el impulso definitivo de nuevas tecnologías como la conectividad 5G, la computación cuántica, la Inteligencia Artificial, la Nube, la ciberseguridad y la digitalización de las pymes.
Los fondos procedentes de la UE incidirán en el éxito de dos factores clave. El primero es poder contar con el talento tecnológico necesario para llevarlo a cabo. El segundo, y no menos importante, es la apuesta por la inversión en innovación.

Invertir en talento

A finales de 2021, el mercado laboral salió de la situación crítica provocada por la pandemia y creó más de 500.000 puestos de trabajo. Especialmente para los colectivos más afectados por la crisis sanitaria, como los jóvenes, las mujeres y los trabajadores no cualificados.
Según Computerworld y los datos recogidos en las entrevistas a varios directores de Recursos Humanos, las categorías más demandadas actualmente en España son las de Ventas (26,34%), Ingeniería (24,19%), Tecnología (23,12%), Marketing (9,14%) y Administración, Finanzas y Legal (4,30%).

En este sentido, el número de empleados en la industria de las tecnologías de la información (IT) en España ha ido aumentando exponencialmente. Para 2022 el crecimiento estimado es de alrededor del 9,2%.
Roles como el de data scientist, administrador o arquitecto de sistemas, desarrollador DevOps o director de IT se encuentran entre los puestos de trabajo de mayor crecimiento con bandas salariales que superan los 30.000€ anuales. En algunas ocasiones, puede superar los 70.000 euros, dependiendo de la experiencia del profesional.

Otro aspecto que influye en el rango salarial, es la ubicación del puesto. Madrid, Barcelona y Bilbao registran los salarios más altos, mientras que en Valencia, Sevilla, Málaga y Zaragoza los sueldos suelen ser un 10% más bajos de media.
El sector de la informática sigue siendo el que ofrece los salarios más altos de España en 2021 y se sitúa en el quinto puesto con 198.891 ofertas de empleo, un 20% más que el año anterior, de las cuales 83.898 se reservan para quienes trabajan en programación.

Invertir en igualdad de género

Una de cada tres mujeres en el campo de la tecnología dice que experimenta prejuicios de género en su lugar de trabajo. En 2022, las mujeres sólo ocupaban el 26,7% de los puestos de trabajo relacionados con la tecnología. Hay un número significativamente menor de mujeres en la industria tecnológica, pero no porque no quieran. Casi la mitad de estas mujeres afirman que se metieron en este sector por la remuneración. Otras razones fueron la seguridad laboral, la flexibilidad y la pasión por el sector.

Con la pandemia y la apertura de más ofertas de empleo tecnológico, surgió una nueva oportunidad para las mujeres. Desde mediados de 2021, España se convirtió en líder mundial en materia de igualdad de género al aprobar dos nuevos decretos. El Decreto del Plan de Igualdad y el Decreto de Igualdad Salarial pretenden paliar la brecha salarial entre hombres y mujeres en las empresas, garantizar la igualdad de trato y de oportunidades para los empleados y eliminar cualquier discriminación por razón de sexo.

La industria está cambiando rápidamente para adaptarse a las nuevas tendencias y las empresas deben intentar mantenerse al día para seguir siendo relevantes.