Nos encanta la tecnología, pero las máquinas nunca podrán imitar el trabajo en equipo, la creatividad o la felicidad. Los informes sugieren que las habilidades más valiosas serán aquellas que los programas informáticos y los robots no puedan reproducir. Las “soft skills” han sido infravaloradas durante demasiado tiempo, pero esta idea errónea está cambiando. Descubra cómo estas “habilidades interpersonales” son cruciales para su éxito profesional.

Hoy en día, las “soft skills” desempeñan un papel importante, ya que te diferencian de los demás. Estas habilidades te permiten tener éxito en las tareas y responsabilidades específicas del trabajo. Los conocimientos técnicos pueden aprenderse a través de cursos, títulos, formación, talleres y a lo largo de tu trabajo.

Sin estas habilidades, uno no podrá encontrar su camino hacia el éxito. Sin embargo, las habilidades no técnicas o “soft skills” también son vitales para llevar a cabo el trabajo de forma eficiente.

Es innegable que los mejores empleados ofrecen un amplio abanico de cualificaciones especializadas asociadas a las funciones que desempeñan en la empresa. Sin embargo, es igualmente cierto que las empresas buscan una solución de 360˚, una sinergia entre las habilidades más técnicas y las “soft skills”.

De hecho, estas últimas han sido infravaloradas durante demasiado tiempo. Hoy en día, esta idea errónea está cambiando. Hay una nueva mentalidad en la que las “soft skills” son la máxima prioridad cuando los reclutadores buscan nuevos talentos.

Soft skills: ¿Qué son?

Las “soft skilss” también conocidas como inteligencia emocional, se refieren a la capacidad de comunicarse e interactuar con los demás. Desde el punto de vista laboral, estas características personales e interpersonales influyen en la forma de comunicarse, adaptarse e interactuar dentro de la cultura de la empresa.

He aquí cuatro “soft skills” clave que marcan la diferencia en el lugar de trabajo:

• Comunicación – ¡Es mucho más que charlar! Las habilidades de comunicación, tanto escritas como verbales, son de gran valor, ya que influyen en el “estado de ánimo” de cómo te perciben tus compañeros de equipo. La comunicación es también una vía esencial para mejorar otras habilidades, como la escucha activa.
• Pensamiento crítico – El pensamiento crítico es la conducta de analizar los retos con el fin de encontrar enfoques para resolverlos. Los mejores empleados son capaces de considerar y evaluar una situación crítica y tomar una decisión racional y equilibrada. Abordar los problemas de forma adecuada es una habilidad vital. Un proceso positivo de resolución de problemas convierte los retos en oportunidades.
• Trabajo en equipo – Una empresa actúa como una sola. No hay lugar para el “espectáculo de un solo hombre”. Los empleados deben ser capaces de cooperar con sus compañeros de manera eficiente para cumplir un objetivo común. Una organización debe tener unos valores fundamentales fuertes y unas aspiraciones bien definidas para tener éxito a largo plazo.
• Ética laboral – La ética puede parecer una palabra anticuada, pero es una habilidad extremadamente valiosa. Una buena ética laboral es una expresión de su trabajo y su carácter. Las personas muy valiosas son determinadas, productivas y están intrínsecamente motivadas para rendir bien. Ser ético en el trabajo también significa que respetas y apoyas a tus compañeros.

Como hemos dicho antes, aunque las habilidades ténicas de un trabajoson considerablemente más fáciles de entender y aprender, las “soft skilss” pueden moldearse y desarrollarse. No hay un paquete completo cuando se trata de estas. Por ejemplo, por un lado, algunas personas son un ejemplo perfecto de jugador de equipo, pero por otro lado también pueden tener problemas de confianza.

Los informes sugieren que las habilidades más valiosas serán aquellas que los programas de IT y las máquinas no pueden reproducir. Es decir… las “soft skills”.

No se puede menospreciar el valor de las habilidades técnicas de un trabajo. Estas son excepcionalmente importantes para los puestos con requisitos técnicos específicos.

Pero, por ejemplo, el desarrollador de software y de páginas web ideal tiene un gran conocimiento de los principales lenguajes de programación y las “soft skills” esenciales para cumplir con éxito cualquier tipo de tarea individual o colectiva.