La población global no para de aumentar, y con esto la demanda de alimentos ha sufrido un crecimiento sin precedentes. Para satisfacer esta creciente demanda, la industria agrícola y alimentaria debe encontrar formas de aumentar la producción y, al mismo tiempo, mitigar su impacto medioambiental. Aquí es donde entra en juego la tecnología como peón fundamental para configurar el futuro de la industria alimentaria y garantizar la sostenibilidad.

 

Una crisis global alimentaria: ¿Qué sucede?

 

Según las Naciones Unidas, en 2050, la población global llegará a los 9,7 billones de personas, por lo tanto, necesitaremos producir un 60% más de alimentos para alimentar a toda la población.

Sin embargo, mientras que necesitaremos una mayor producción de alimentos, también nos encontraremos con el problema de la sostenibilidad alimentaria. La agricultura es uno de los recursos principales de alimentación a nivel global y también es el elemento clave para la solución al problema de la sostenibilidad. Si mejoramos los sistemas de agricultura, podemos mejorar las vidas y la salud de las personas, mientras que producimos ecosistemas más saludables.

¿Cómo? Con una pequeña ayuda tecnológica. Tecnologías verdes, ventajas de biotech y la inteligencia artificial pueden ayudar a disminuir las emisiones agrícolas, su gasto y promover la sostenibilidad. Vamos a entender cómo.

¿Cómo la tecnología está mejorando la industria alimentaria?

 

Puede que la tecnología no sea lo primero que le venga a la mente cuando piensa en alimentos. Sin embargo, la industria alimentaria está experimentando una rápida transformación, impulsada por avances tecnológicos que afectan a toda la cadena de suministro.

 

Agricultura de precisión

La agricultura de precisión es una de las innovaciones más importantes de la agricultura moderna. Este enfoque aprovecha la tecnología, como tractores guiados por GPS, drones y sensores, para optimizar el rendimiento de los cultivos y minimizar el uso de recursos. Los agricultores pueden supervisar en tiempo real las condiciones del suelo, los patrones meteorológicos y la salud de las plantas, lo que permite un riego, una fertilización y un control de plagas más eficientes. Al reducir los residuos y mejorar la productividad, la agricultura de precisión ayuda a conservar el agua, reducir el uso de productos químicos y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Agricultura vertical

La agricultura tradicional requiere grandes extensiones de tierra, lo que a menudo conduce a la deforestación, la destrucción del hábitat y la degradación del suelo. La agricultura vertical, en cambio, permite cultivar en capas apiladas verticalmente, normalmente en entornos interiores controlados.

Esta tecnología permite la producción durante todo el año, reduce la necesidad de pesticidas y minimiza el consumo de agua. Además, las granjas verticales pueden ubicarse en zonas urbanas, lo que acorta la distancia que recorren los alimentos desde la granja hasta la mesa, reduciendo así las emisiones del transporte.

Agricultura vegetal y celular

La popularidad de la agricultura vegetal y celular va en aumento. Los productos vegetales, como las alternativas a la carne y los lácteos, se elaboran con ingredientes como proteínas de guisantes, soja y hongos. La agricultura celular consiste en cultivar células animales para crear auténtica carne sin necesidad de recurrir a la ganadería tradicional.

Estas innovaciones abordan las preocupaciones medioambientales y éticas asociadas a la producción convencional de carne, como el uso de la tierra, el consumo de agua y el bienestar de los animales. Los avances tecnológicos en estos ámbitos contribuyen a reducir la huella medioambiental de la industria alimentaria, al tiempo que satisfacen la creciente demanda de proteínas.

Eficiencia de la cadena de suministro

Las cadenas de suministro eficientes son cruciales para reducir el desperdicio de alimentos y garantizar que los alimentos lleguen a los consumidores a tiempo. Soluciones tecnológicas como blockchain y el Internet de las Cosas (IoT) permiten mejorar la trazabilidad y la transparencia en la cadena de suministro. Esto garantiza el cumplimiento de las normas de seguridad alimentaria y ayuda a prevenir el deterioro, la contaminación y el fraude. También permite una mejor gestión del inventario y reduce la huella de carbono del transporte de alimentos al optimizar las rutas y reducir los retrasos.

Aplicaciones y servicios alimentarios

La tecnología también ha transformado la forma en que los consumidores interactúan con los alimentos. Las aplicaciones de reparto de comida, los servicios de kits de comida y las aplicaciones de recetas están facilitando el acceso y la preparación de comidas en casa, reduciendo el desperdicio de alimentos y la huella de carbono de salir a comer fuera. Estas plataformas también pueden ayudar a los usuarios a elegir alimentos más sanos y sostenibles gracias a funciones como la información nutricional y las sugerencias de recetas.

IA y aprendizaje automático

La inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático están impulsando avances en el análisis y la predicción de datos, que pueden beneficiar enormemente a la industria alimentaria. Estas tecnologías se utilizan para optimizar el rendimiento de los cultivos, predecir brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos e incluso mejorar el sabor de los alimentos analizando las preferencias de los consumidores. La IA puede ayudar a los agricultores a tomar decisiones basadas en datos y reducir el despilfarro, mientras que los algoritmos de aprendizaje automático pueden utilizarse para mejorar la seguridad alimentaria y el control de calidad.

Reciclaje de alimentos y reducción de residuos

En la búsqueda de la sostenibilidad, la tecnología está ayudando a resolver el problema del desperdicio de alimentos. Se están desarrollando aplicaciones y servicios para poner en contacto a los consumidores con los excedentes de alimentos de restaurantes y tiendas de comestibles, garantizando que los alimentos comestibles, pero no vendidos no se desechen. Además, innovaciones como la digestión anaeróbica y los programas de reciclaje de alimentos pueden convertir los residuos alimentarios en biogás o compost, reduciendo el impacto medioambiental de la eliminación de alimentos.

 

A medida que la población mundial sigue creciendo, el reto de alimentar al mundo de forma sostenible se hace más acuciante. Por ello, la integración de la tecnología en la industria alimentaria no es sólo una solución, sino un camino hacia un sistema alimentario más respetuoso con el medio ambiente, eficiente y ético.