Al nombrar a estos dispositivos como smartphones, asumimos que todas las maravillosas piezas que quedaron atrás en el tiempo no eran precisamente… inteligentes. Elemental y exclusivamente, el trabajo de los primeros modelos en los 80, era permitir las llamadas de larga distancia. Y para los que llegaron en los 90, el principal objetivo era funcionar como una agenda electrónica para el mundo corporativo. Unos años más tarde, una modesta cámara de fotos se unió a un lento internet básico que permitía una lenta navegación y aun así, conseguía satisfacer a cualquier usuario paciente.

Sin embargo, este usuario se volvió cada vez más exigente y acelerado. Si antes esperaba estoicamente a que una página de Internet se cargara durante un tiempo largo, hoy los parámetros de Google dicen que una página web no debe tardar más de 3 segundos en cargarse.

Poco a poco los teléfonos fueron adquiriendo mejores y más novedosas funcionalidades. Y, aunque muchos se anticiparon a las necesidades del usuario y las cubrieron, otros resultaron ser un completo fracaso.

¿Nos acompaña en una pequeña incursión en la historia de los teléfonos móviles? Seguro que hablaremos de algún modelo que ocupa un lugar especial en tu corazón.

El primer inhalámbrico y el cambio de paradigma

En 1983 el mundo recibió el primer teléfono móvil de Motorola. Con un nombre que sonaba más a nave espacial que a teléfono, el DynaTAC 8000X. Costaba 4000 dólares. Este teléfono no estaba al alcance de todos los bolsillos y era un símbolo de estatus social.

En 1991, el Sistema Global de Comunicaciones Móviles (GSM, que originalmente significaba Groupe Spéciale Mobile) es una tecnología móvil utilizada para la transmisión de servicios móviles de voz y datos que sustituye a los sistemas analógicos. Cuando los servicios de itinerancia no eran más que un espejismo y las comunicaciones móviles eran analógicas y limitadas a cada país, fue la tecnología GSM la que armonizó las redes móviles y desarrolló un sistema europeo compatible. Ya se preveía la necesidad de un sistema global de telecomunicaciones móviles que soportara la tendencia creciente sobre el número futuro de abonados a este servicio. A medida que los países adoptaban este sistema, los usuarios estaban más conectados gracias a un terminal compatible.

Nokia fue la marca pionera en explorar esta tecnología y lanzar una producción en masa del primer teléfono compatible, el Nokia 1011. Este modelo fue también el primero en recibir un mensaje de texto.

El primer teléfono con pantalla “de colores”

En un breve periodo, pasamos de las pantallas grises e incoloras a los pequeños ordenadores portátiles.

En 1998, cuando las pantallas LCD invadieron las estanterías de las tiendas, Siemens fue la primera marca en lanzar un modelo con pantalla de color. Siemens S10 revolucionó el mercado de los teléfonos al presentar una pantalla de 97×54 píxeles, con fondo blanco y texto de tres colores: rojo, azul y verde.

Esta característica le valió un puesto especial en el mercado y la gloria de reclamar una primicia mundial. A pesar de que este modelo consiguió impresionar a los consumidores, fue rápidamente desbancado por los rivales desarrollados en Nokia y Ericsson.

Tres años más tarde, el Ericsson T68m (el último teléfono vendido por la marca) y el Mitsubishi Trium Eclipse (cuyo eslogan era “el teléfono ejecutivo que trae el color a tu vida”.) fueron dos de los aparatos más populares en las listas de regalos de Navidad. Con una pantalla de 256 colores, estos modelos conquistaron la atención de los consumidores a pesar de su elevado precio para 2001.

Personalización ilimitada y un clásico de ventas indestructible

Pero los colores se extendieron rápidamente a otras partes de los teléfonos. Los teclados de colores y las carcasas llenas de dibujos y mensajes se convirtieron en una declaración de identidad.

La personalización se convirtió en la consigna, y fueron muchos los modelos que ofrecieron varias opciones de personalización. Para la corona más joven, las pantallas monocromáticas contrastaban con accesorios coloridos y extravagantes. Por lo tanto, el Nokia 3310 será sin duda uno de los teléfonos que tiene el poder de despertar la nostalgia de estos consumidores. Conocido por ser un modelo ultrarresistente es recordado por algunos, hasta el día de hoy, como el “ladrillo“.

¿Todavía recuerdas cuando cambiar el salvapantallas o el logotipo del operador era una moda? Incluso con una aburrida pantalla verde, el Nokia 3310 ofrecía una serie de herramientas que prometían alegrar a cualquier usuario. Este icónico teléfono contaba con otras funcionalidades como el compositor sinfónico, para personalizar los tonos de llamada con los mayores éxitos de la década de 2000, y juegos como el mítico Snake y Space Impact. Con aproximadamente 126 millones de unidades vendidas, su éxito fue tan grande que este modelo se siguió produciendo hasta 2005 e incluso se relanzó en 2017.

El comienzo de los juegos para teléfonos

Si hablamos del tema de los juegos, tenemos que hablar de Snake: un juego desarrollado por el ingeniero Taneli Armanto especialmente para Nokia. En 1997, el Nokia 6110 fue el encargado de sacar al mercado el juego que más tarde se convertiría en una de las mayores adicciones de finales de los 90 y principios del milenio. Snake era sencillo, tenía varios niveles de dificultad y entretenía a usuarios de todas las edades.

N-Gage, también de Nokia, era un híbrido entre un smartphone y una consola que elevó el juego telefónico a un nivel completamente nuevo. Hubo 63 juegos lanzados oficialmente para este gadget.

Más que un teléfono: las cámaras y el protocolo de aplicaciones inalámbricas

En 1999, Nokia lanzó el 7110, el primer teléfono que aprovechaba las ventajas del WAP (Wireless Application Protocol). Un protocolo que permitía acceder a la información a través de una red inalámbrica y se convirtió en un estándar mundial. El primer teléfono con cámara que apareció en Europa fue el modelo Sony Ericsson T68i en 2002.

En 2003 el despliegue del 3G elevó la velocidad de descarga hasta los 2 Mbps y permitió el acceso a Internet en los dispositivos móviles a través de los datos móviles. Gracias a esta nueva tecnología los usuarios pudieron ver los primeros contenidos audiovisuales y realizar videollamadas (ayudados por las cámaras frontales). El correo electrónico de bolsillo llegó a las masas gracias a un dispositivo llamado BlackBerry.

2007: la odisea del iPhone

El año 2007 marcó la historia de la tecnología y revolucionó el significado de los teléfonos. El LG Prada fue el primer teléfono con pantalla táctil del mercado, pero fue rápidamente desbancado por algo que se convertiría en algo más grande de lo que prometía.

Tras meses de rumores y especulaciones, Steve Jobs reveló al mundo el primer iPhone, que era una fusión de tres dispositivos: un teléfono innovador, un iPod y un dispositivo para la navegación optimizada por Internet con correo electrónico, navegador y mapas.

En un mundo dominado por los teléfonos con una pequeña pantalla y 12 teclas, la interfaz del iPhone estableció un nuevo estándar con una brillante pantalla táctil. Este teléfono ofrecía a sus usuarios una cámara de 2 megapíxeles y muchas otras características revolucionarias para la época. Se convirtió en un pionero al establecer una verdadera conexión a Internet, como la de un ordenador.

El precio del iPhone comenzó en 499 dólares y subió a 599 dólares. Este teléfono fue el punto de partida de una filosofía tecnológica moderna que siempre aportaba una actualización o algo nuevo a las expectativas de los consumidores

Cada vez más inteligentes

Además de la comunicación, los teléfonos son fundamentales en la vida moderna y han sustituido simultáneamente a varios aparatos tecnológicos.

Superaron nuestras expectativas y transformaron drásticamente los procesos mentales y la forma en que tenemos el mundo a nuestro alcance. Nos convertimos, más que nunca, en consumidores exigentes.

El camino de la evolución estuvo lleno de fracasos, funcionalidades que no servían para nada y -en Portugal- muchos anuncios publicitarios. No fue sólo el modelo más avanzado o el que tenía las mejores prestaciones el que hizo mella en nuestras vidas. Las primeras fotos que hicimos con los teléfonos revelan auténticas sonrisas pixeladas y son testimonios de esta evolución tecnológica.

¿Y tú? ¿Qué teléfono te produjo más nostalgia?